El sexteto francés ARACHNOID
se revela a través de su único trabajo discográfico (autofinanciado, dicho
sea de paso) como una banda interesada en continuar con la tradición sinfónica
teatral de sus compatriotas de ANGE y MONA LISA, pero ante todo, incorporando masivo toque oscuro y agresivo, de herencia crimsoniana y de PULSAR (otros ilustres compatriotas). Esto hace que el guitarrista Nicolas POPOWSKI
se concentre en construir riffs pesados y solos neuróticos, ocupando un rol
peculiarmente protagónico en medio de los aportes incesantes de los teclados
duales (pianos, sintetizadores, órgano) a cargo de Pierre KULI y François FAUGIERES;
sobre la labor conjunta de estos dos teclistas, cabe añadir que resulta vital
para crear una muralla de sonido que funcione como contraparte frente la
guitarra, además de aportar ciertos solos y orquestaciones coherentes con
las partes de guitarra. El ambiente resultante es inquietante e hipnótico,
propio de un paseo por un castillo oscuro, repleto de infinitas cámaras secretas
y habitantes de ultratumba – esta aura siniestra emparenta en lo superficial
a este grupo con la obra de UNIVERS ZERO en sus primeros cuatro discos, pero en fin, ARACHNOID
se mantiene fiel al progresivo sinfónico, siempre atentos a la elaboración
de melodías y ambientaciones bien definidas, siempre manteniendo el control
sobre la extensión de los desarrollos de las mismas. Dije antes que una faceta
de ARACHNOID estaba bajo la influencia de ANGE y MONA LISA,
pero ello no se traduce en una fuerte presencia vocal; mas bien, el cantante
no tiene destacadas intervenciones, y a decir verdad, me parece que no tiene
la potencia ni el carisma que DECHAMPS o LE GUENNEC.
Eso sí, su vocalización armada con quiebres ceremoniosos y recitaciones exageradas
se conjuga muy bien con el sonido aportado por los instrumentistas. Creo
que es en la seccion rítmica, seca, áspera y precisa en su rol de sostén
del flujo emocional producido por el guitarrista y los dos tecladistas, donde
la semilla del progresivo teatral francés deja una mejor cosecha.
La
edición original en vinilo incluye siete temas, siendo así que los dos primeros
emergen como adecuados epítomes de la ideología musical de ARACHNOID. La suite de casi 14 minutos de duración, ‘Le chamadère’,
eriza la piel del oyente a través de sus sucesivas secciones, todas ellas
densas, con diversos grados de intensidad. El casi instrumental ‘Piano caveau’
ostenta una belleza más patente, especialmente por esa fascinante introducción
de piano de cola, pero luego no tardan en emerger esos climas inquietantes
y ásperos, que parecen ser una especie de “regla de oro” para el grupo. Curiosamente
hay un tema cantado en inglés, ‘In the screen side of your eyes’,
el mismo que muestra la faceta más amable del grupo. Se trata de una cándida
balada progresiva con un breve interludio pastoral – la presencia de la flauta
(provista por el invitado Philippe HONORE) da algo de calidez
a una pieza que tiene una sutil tendencia a hacerse distante, a pesar de
su ambiente relajado. El resto del repertorio nos devuelve a lo oscuro. ‘Toutes ces images’
comienza también con una onda baladística, pero a partir del segundo minuto
y medio, tiene lugar un despliegue sonoro lleno de tensión que se va soltando
de a pocos, llegando a su máximo frenesí durante el solo de guitarra al final.
Inmediatamente después, ‘La guêpe’ sube la cuota de inquietud e
intensidad, con esas cadencias jazz-rock fundadas por la sección rítmica:
lo farsesco se manifiesta de manera suprema en el pasaje cantado intermedio,
el cual me recuerda a ‘La cimitière des arlequins’ de ANGE,
pero con menos poesía y más histeria. Las dos últimas piezas conforman una
unidad instrumental que, mayormente, sirve para redondear la faena de ‘Toutes ces images’ y ‘La guêpe’. que para luego pasearnos por senderos menos amables, para cerrar con la vuelta del motivo inicial de piano.
La edición en CD incluye cuatro bonus tracks, que son en su mayoría
versiones en vivo de algunos de estos temas - incluso hay un tema, ‘L’hiver’,
que a pesar de formar parte de su repertorio, no cupo en el formato de vinilo.
Cada vez que escucho este disco quedo más convencido de que se trata de un
diamante en bruto: el repertorio de ARACHNOID es un férreo
catálogo de ideas musicales muy inspiradas, pero el estilo en sí hubiera
necesitado más tiempo para macerarse y madurar de forma consistente. De todas
maneras, con lo que la historia real nos ha ofrecido tenemos mucho con qué
disfrutar: ARACHNOID es todo un festín para los amantes
del progresivo teatralizado, y en general, para los amantes del progresivo
creado a punta de garra y con temple oscuro. —César
Inca MENDOZA, para Manticornio.
|